El rincón de la cerdita fue como se llamó mi primer blog. Hacía referencia al rincón donde está sacada esa foto. No es de buena calidad, pero es el sitio exacto.
Y lo llamé así porque esa trona estaba en un rincón de la cocina. Quería que mi blog tratase sobre la familia y el hogar. Y considero que la cocina es uno de los lugares de la casa donde se hace más familia. Ahí comía mi hermana pequeña. No sé a qué malvado se le ocurrió ese nombre, pero el lugar siguió llamándose así aunque ya no hubiera trona. Primero le sustituyó un armario, luego los cubos de reciclaje. Después regresó la trona para los nietos. Y ahora vuelve a haber un armario.
Todo esto lo cuento para insistir en que una casa no es un hospital. Y si hay niños hay que tener paciencia y relajarse.