Una de las formas de educar el gusto es ver cosas bonitas. En otra entrada hablé de unos viveros que hay en Pamplona y que se llaman Arvena. Hay mucha gente que va sólo de paseo para recrear la vista. Yo estuve por primera vez antes de Navidades y me gustó tanto, que hice varias fotos. Hoy las quiero compartir con vosotros:
¿Quién no ha soñado de pequeño con tener una casita así? Mis hermanos y yo hacíamos todos los inviernos una cabaña en la finca de mis abuelos en Loranca de Tajuña (Guadalajara). No eran tan bonitas como esta, pero lo pasábamos en grande.
No sé quién se encarga de la decoración de Arvena, pero es un gran artista:
Aunque no se tenga jardín en casa, siempre hay alguna terraza o algún alféizar donde colocar unas macetas con flores, para dar un toque de alegría y belleza a nuestra casa.
Lo bello siempre es agradable y ayuda a ser mejores a las personas, algunos nacen con una sensibilidad más fina que otros, pero toda persona que se habitua a ver lo bello, se hace sensible al amor , la belleza y la bondad; la naturaleza es muy bella reflejo de su Hacedor, y las personas cuanto más cerca estemos de Dios más capacidad tendremos para contemplar y plasmar aquello que vemos mas felices haremos a los demás y mejor nos sentiremos. !Muy bonitos los decorados! ana maría