La semana pasada me pidieron que hiciese una decoración otoñal con un presupuesto muy bajo. Y esto fue lo que salió. Era para un aperitivo en un Colegio Mayor.
Los jarrones ya los tenían, las ramas, las piñas y las hojas las cogí del campo. Los membrillos me los regalaron. Sólo compré nueces y almendras.
El padre de una amiga me cortó las “rebanadas” de tronco. Y los membrillos fueron regalo de otra madre.







inmejorable
Muy bonito, precioso, incluso de cara a la Navidad con algún toque dorado (no mucho, ¿eh?, que luego la casa parece un circo… Precioso, de verdad, gracias por estas ideas.